

Al leer a Viktor Frankl en su libro la antropología como terapia encontré una respuesta a una inquietud que tenia sobre la concepción de hombre desde la visión psicológica, pero sobre todo descubro todo un nuevo sistema que toma en cuenta el ser espiritual del hombre.
Al tomar en cuenta la esfera espiritual del hombre Frankl cristaliza una teoría psicológica centrada en cuatro conceptos filosóficos: persona, libertad, responsabilidad y significado. Dando con esto una esencia antropológica de la cual carecía la psicología y dándole a la dimensión espiritual su lugar en la unidad del hombre, contraponiéndose a las teorías reduccionistas que hasta el momento habían dado una visión parcial del hombre.
En relación a esta visón integral de Frankl, hace cuatro afirmaciones que componen su concepción del hombre:
1. El hombre es un ser espiritual-personal.
“Solo poniendo la mirada sobre el ser espiritual, sobre su fundamental tensión a los valores y significado, podrá develarse la significatividad de lo real y podrá aparecer, en toda su plenitud, el significado del ser”[1]
“Solo poniendo la mirada sobre el ser espiritual, sobre su fundamental tensión a los valores y significado, podrá develarse la significatividad de lo real y podrá aparecer, en toda su plenitud, el significado del ser”[1]
Con esta afirmación nos da la dimensión noética del hombre. Esto es: la dimensión de los valores y del significado.
2. El hombre es un ser capaz de autodeterminarse.
“Lo que realmente importa no son las características de nuestro carácter, los estímulos y los instintos en sí mismo, si no más bien, la actitud que tomamos con relación a ellos. Es la capacidad de tomar una actitud tal que hace de nosotros seres humanos” [2].
Coincido totalmente en esta afirmación pues al analizar la visión de Freud sobre el hombre, pensaba, en donde estaba la capacidad de decidir del hombre acaso no puede hacer nada contra el impulso sexual.
Y ahora confirmo que el hombre es capaz de autodeterminarse. El hombre no solo decide “sobre” algo o “de” algo, si no que decide de sí mismo.
3. El hombre se orienta primaria y originalmente hacia el significado y hacia los valores.
El hombre necesita dar un sentido a sus opciones, a sus experiencias, a su actividad, a sus límites y a las circunstancias determinantes de su vida.
Pero al ver noticias y documentales sobre adolescencia y juventud me he dado cuenta que muchos adolescentes y jóvenes están inmersos en problemas de adicción, pandillerismo, violencia y homicidio y la pregunta es ¿Qué los lleva a vivir estas circuntancias?.
Muchos de ellos en las entrevistas que les hacen responden que ellos viven para sus pandillas. Ahí la respuesta no tienen un significado de su vida mas haya de la pandilla. Esto es preocupante a donde vamos a llegar si nuestros jóvenes no dan otro significado a su existencia .
Frankl habla de la tensión del hombre los valores y al significado definida por él como voluntad de significado. Y con esta afirmación justifica por entero el sistema logoterapéutico. El cual deberíamos aplicar en nuestro trabajo con los adolescentes y no llegar a esa carencia de significado en la vida.
4.La trascendencia pertenece de manera esencial al ser-hombre.
El hombre a diferencia de los animales tiene la capacidad de trascender pues tiene espiritualidad que le permite encontrar el significado de su ser.
La autotrascendencia es la esencia de la existencia, es tener esa tendencia hacia los valores y en ese reconocimiento también del otro como individuo y no como objeto.
En ese sentido Frankl afirma:
“De una cosa se puede decir que tiene un valor para mí. La persona en cambio tiene su dignidad y tal dignidad es un valor en si mismo”.
En este aspecto teórico de la logoterapia y de su técnica terapéutica hay mucho trabajo que realizar en los problemas de violencia en las mujeres, pues al ser vistas como un objeto pierden su dignidad y además asumen esta circunstancia pues no les permite ver que son seres capaces de trascender.
En este aspecto quiero concluir pues para mi punto de vista aunque Frankl revaloriza a la religión en el ámbito de la psicología noto un cierto temor al definir excesivamente los limites entre religión y psicología. Sin embargo coincido con el en que la religión no busca intencionalmente la salud psíquica, sin embargo, puede provocar una particular sensación y situación de seguridad que se revela saludable para psique humana.
Quería compartir esta reflexión con ustedes pues fue una experiencia gratificante la lectura de este libro pues me permitió identificar cual sería la forma de trabajar con jóvenes pues responde a mis interrogantes y a mi significado de vida.
[1] Frankl, V.,., El hombre doliente. Fundamentos antropológicos de la psicoterapia, op. cit. p. 200.
[2] Frankl, V., Fundamenti e applicazioni della Logoterapia op. cit. p. 29.
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